Lo sörd(id)o y lo romántico
a William Blake
No he sido lo que el tiempo deseaba.
Yo mismo, sin mí mismo, mi desvelo.
Cansado empuño la cansina aldaba
como hosca sombra sin virtud ni vuelo.
Mäs —decía la sombra— no deseo,
de acento doble, risa y calavera.
Aün en la amurada humosa, creo
oír lo sordo, lo torvo: en la c(h)imera
el cáncer despiadado, pero amigo
como alelado din don móvil inmóvil,
alzado en copa de siniestro enclave.
Que el cuerpo in/corpore, y que alabe el ave
disuelto en sueño y sin querer testigo.
Muerte no elija entre el bob/vino y el bob/vil.